Con los ojos cerrados, como presintiendo que horrible es el mundo que vamos a ver, con el llanto en los labios, como lamentando llegar a una tierra que buena no es, con las manos cerradas, como preparados a dar duros golpes, morir o vencer, con la piel arrugada, como fiel presagio del día que llegue la dura vejez, amarrados a un cuerpo, para que sepamos que el hombre no puede a su antojo correr, arañando y buscando, la leche de un pecho con hambre, con ansia y con sed. Así nacemos, yo, tú, ese y aquél…
Me suena un poco el dibujo jaja
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