Mi “hermanita” cumplía 40 años el 6 de febrero.
Nada mas nacer ya tenia esperando a quien sería mi mejor amiga, quien me ayudaría en todo y estaría siempre dispuesta a tenderme la mano y ayudarme a caminar, quien me enseñaría con sus virtudes y sus defectos a afrontar las dificultades de la vida y así aprender se sus errores y hacerme valorar la belleza de la vida, con su fuerza me enseñó a recibir duros golpes y saber devolverlos, con su amor me enseñó que no hay nadie mejor que nadie y que todos tenemos nuestro ángel dentro, con su inquietud y sus nervios me enseñó a tomarme las cosas con mas calma y con todo lo demás me enseñó que era un ejemplo a seguir.
Y por todo… gracias una vez mas.